SI TU FUNNEL FUNCIONA COMO TINDER, TENEMOS UN PROBLEMA

(VENTAS, ALGORITMOS Y CONEXIÓN EMOCIONAL)

Elegir no es lo mismo que conectar

Las apps de citas resolvieron un problema real: ampliar el acceso. Más personas, más rápido, con menos fricción. Un éxito técnico incuestionable.

Pero aquí viene el efecto secundario.

Según un estudio de la Universidad de Stanford, las plataformas de citas generan una paradoja conocida como choice overload: cuantas más opciones tenemos, menos satisfechos estamos con la elección final y menos dispuestos estamos a comprometernos con ella.

Traducido a lenguaje humano: cuando sabes que hay cien opciones más esperando, inviertes menos en la que tienes delante. Ahora cambia “citas” por “leads”.

 1. Del flechazo al descarte elegante

Antes, conocer a alguien implicaba contexto, esfuerzo y exposición emocional. Ahora implica un gesto de pulgar. Swipe.

En ventas ha pasado lo mismo. Antes, un lead era una oportunidad que se trabajaba. Hoy es una fila en una tabla, con puntuación, etiqueta y probabilidad de cierre.

-          lead caliente

-          lead frío

-          lead que no encaja

-          lead que “ya veremos”

No son personas. Son descartes elegantes. El problema no es clasificar. El problema es despersonalizar. Cuando el cliente percibe que es una opción más en tu lista, responde igual. Con poco compromiso y cero lealtad.

 2. El algoritmo elige mejor que tú… pero siente peor

Las apps de citas prometen compatibilidad matemática. Y funcionan… hasta cierto punto.

Según datos de MIT Technology Review, los algoritmos pueden predecir afinidades básicas, pero fallan sistemáticamente en anticipar conexión emocional sostenida. Porque la química no es lógica. Es contextual, imperfecta y, muchas veces, inesperada.

En ventas estamos delegando lo mismo.

-          El sistema decide a quién llama

-          El sistema decide cuándo insistir

-          El sistema decide qué mensaje enviar

¿Resultado? Procesos impecables, conversaciones insípidas. Es como ligar con plantillas. Puede que te contesten. Difícilmente te recuerden.

 3. Cuando todo es match, nada es especial

Otro dato revelador: un estudio de Hinge mostró que cuantos más matches tiene un usuario, menos conversaciones profundas mantiene. La abundancia reduce el valor percibido de cada interacción.

En ventas pasa igual. Cuando todo es oportunidad, nada es prioridad. Cuando todo está optimizado para escalar, nada está diseñado para profundizar. El Emotional Selling no vive en el volumen. Vive en la atención. Y la atención no se puede automatizar sin perder autenticidad.

 4. Optimizar la elección mata el compromiso

Elegir rápido no es comprometerse. Y vender no es conseguir un “sí”. Es construir una decisión que el cliente pueda sostener en el tiempo.

Según Harvard Business Review, la satisfacción postcompra depende más de la calidad de la interacción que de la calidad objetiva del producto. Cuando el cliente no se siente visto, el arrepentimiento aparece antes.

Es el mismo patrón que en las citas. Mucho inicio. Poco vínculo. Final previsible.

 Conclusión: no necesitas más matches, necesitas más presencia

Las apps de citas no han arruinado las relaciones. Han evidenciado algo incómodo: cuando todo es rápido, eficiente y reversible, implicarse cuesta más.

En ventas ocurre lo mismo. No necesitas más leads. Necesitas más atención real. Más lectura emocional. Más criterio humano en momentos donde el algoritmo solo sabe optimizar, no conectar.

 

Este artículo no iba solo de apps de citas (ni este es el final)

Este es el segundo capítulo de una serie de diez artículos. Su función no es darte una solución todavía, sino mostrar otro síntoma del mismo problema: hemos confundido elegir bien con vincularnos de verdad.

Las apps de citas nos enseñaron a seleccionar sin implicarnos. En ventas estamos aplicando exactamente la misma lógica. Y el resultado es predecible: conversaciones superficiales, decisiones frágiles y relaciones que no se sostienen.

Pero esto no ocurre solo en cómo elegimos personas o clientes. Ocurre también en cómo consumimos experiencias, rituales y momentos que antes tenían significado.

En el próximo artículo hablaremos de café. De cápsulas, botones y resultados perfectos.
Y de por qué nunca fue tan fácil preparar café… y tan difícil recordarlo.

Capítulo 3: Café de cápsula — comodidad máxima, emoción mínima.

Porque cuando todo está diseñado para no fallar, lo que desaparece no es el error.
Es la magia.

Anterior
Anterior

HACEMOS VENTAS COMO CAFÉS DE CÁPSULA: RÁPIDAS, CORRECTAS Y OLVIDABLES

Siguiente
Siguiente

NUNCA FUE TAN FÁCIL LLEGAR AL CLIENTE… Y TAN DIFÍCIL CONECTAR CON ÉL