El humor en tiempos de venta

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Esto de la pandemia ha extendido un sentimiento de tristeza generalizada que está a punto de conseguir que muchos tiren la toalla en algunos asuntos esenciales para nuestra existencia. La escasa relación social que tenemos y que nos induce a abandonarnos en el retiro doméstico provoca que el estado de ánimo se venga abajo. Y cuando las sensaciones personales decaen y se estabilizan en ese punto negativo es difícil que no traspasen barreras en más ámbitos de nuestra vida como por ejemplo el profesional.

Pues al mal tiempo buena cara. Por lo general, no nos deberíamos permitir que la melancolía o el desconsuelo hicieran fortuna en ninguno de nosotros. Si alguien tiene previsto instalarse o dejarse llevar por esa corriente, conviene recordarle que por aquí estamos cuatro días y que puestos a escoger, cuesta lo mismo esforzarse en pasarlo bien que empeñarse en perpetuar los malos ratos. Así que, por el mismo precio, hagamos por que fluya el buen rollo. Además, como escribía anteriormente, al fin y al cabo tus sensaciones también te las acabas llevando a la oficina o al teletrabajo.

El humor es un buen antídoto para paliar tentaciones perniciosas. Y el buen humor es magia en estado puro. Sus efectos son una fuente de energía positiva que por supuesto ayudan a encarar tus retos profesionales con otra perspectiva. Vayamos entonces al asunto del impacto en la tarea profesional del humor y muy especialmente en la venta. Si antes enfatizaba que resulta muy poco provechoso enfocarse en la pesadumbre, cuando alguien se dedica al maravilloso mundo de la venta simplemente no hay espacio para estas malas emociones. Porque la acción comercial va de personas, entre personas. Y la obligación principal cuando se vende es contagiar optimismo y proyectar buenas vibraciones. Por eso el uso del humor es un salvoconducto imperial para alcanzar buenos resultados y por consiguiente, el éxito.

Se me ocurren varios beneficios donde el humor actúa como un catalizador para alcanzar la gloria:

  1. Sentirse bien

  2. Autoregulación emocional para enfrentarse a un reto con visión positiva

  3. Desatascar conflictos con el cliente

  4. Destensar escenas

  5. Disfrutar de la profesión de la venta

  6. Sintonizar emocionalmente con el cliente

  7. Divertirse y hacer divertir

  8. Por supuesto, como consecuencia de todo lo anterior, conseguir el objetivo de venta trazado

El humor es como un chute directo al placer del interlocutor. Si como vendedor fueras una página web que vendes tus servicios, el cliente debería subir a su carrito de compra un par de kilos de tu buen humor. ¡Por lo menos!

El humor va a permitir que te sientas en control de una situación, incluso si es muy estresante y hacerla parecer más manejable. Permite que te liberes de sus temores, ira y estrés. Y también al cliente. El humor mejora la calidad de vida. Y desde luego, mejora la calidad de la venta.

En general, no te dejes nunca el humor en casa, pero menos cuando te entrevistes con un cliente. Las cosas tenderán a ir mucho mejor y los problemas parecerán menos problemas a todo el mundo (vendedor y cliente) y las soluciones serán mucho mejor recibidas. La venta es una transacción de emociones. Y el humor en tiempos de venta es la salsa que alegra esa transacción. ¡Viva el humor! ¡Que no falte el buen humor en la venta!

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