MATADLOS A TODOS

Estos días se ha puesto tristemente de moda por parte de uno de nuestros representantes de la detestable y elegiaca clase política una frase que tiene su origen en el 1213, durante la batalla de Muret. Esta contienda fue un enfrentamiento decisivo entre las fuerzas de la cruzada católica liderada por Simon de Montfort y los aliados del conde de Tolosa, Pedro II de Aragón, que incluían a cátaros y otros herejes. La batalla tuvo lugar cerca de la ciudad de Muret, en el sur de Francia, y resultó en una victoria decisiva para las fuerzas de la cruzada.

El comentario atribuido a Simon de Montfort de "matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos" se interpreta como una orden de aniquilar por completo a los enemigos durante la batalla de Muret. La frase sugiere que Montfort estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para asegurar la victoria de su ejército. Como resultado, se estima que murieron entre 15,000 y 20,000 personas, tanto cátaros como católicos, incluyendo a mujeres y niños.

En resumen, se trataba de una exterminación total porque así se simplificaba la tarea seleccionar los herejes y también venía a hacer buena la frase de que el fin justifica los medios.

Traído al mundo de las ventas, ese “matadlos a todos” podríamos entenderlo como una llamada a una actitud decidida y resuelta por parte del vendedor para alcanzar sus objetivos de ventas. En otras palabras, el vendedor estaría dispuesto a hacer todo lo necesario para persuadir a los clientes potenciales y lograr la venta, incluso si esto implica ir más allá de los límites éticos o manipular las emociones de los clientes.

Sin embargo, parece más que obvio y probado que una estrategia de venta basada en tácticas agresivas y manipuladoras puede tener efectos negativos a largo plazo en la relación entre el vendedor y el cliente. En lugar de construir una relación de confianza y respeto mutuo, este enfoque puede dañar la reputación del vendedor y llevar a los clientes a sentirse utilizados o engañados. Por lo tanto, es importante que los vendedores emocionales actúen con ética y responsabilidad en su trabajo, y utilicen técnicas persuasivas de manera respetuosa y honesta.

Existe una interesante conexión entre la frase de "matadlos a todos" y los conceptos de herejía y apócrifo. Durante la época medieval, el término "hereje" se utilizaba para referirse a cualquier persona que se apartara de la doctrina oficial de la Iglesia Católica. En el caso de la batalla de Muret, los herejes eran principalmente cátaros, miembros de una secta cristiana que se caracterizaba por su creencia en la dualidad entre el bien y el mal, y por su rechazo a muchos de los dogmas y ritos de la Iglesia Católica.

Por otro lado, los católicos eran aquellos que seguían la doctrina oficial de la Iglesia Católica y se consideraban a sí mismos como los defensores de la fe verdadera.

En cuanto al término "apócrifo", se refiere a textos o enseñanzas que no son considerados auténticos o verdaderos por la Iglesia Católica. En el contexto de la batalla de Muret, los cátaros eran considerados herejes y sus enseñanzas eran consideradas apócrifas por la Iglesia Católica, lo que los convertía en un objetivo legítimo para la cruzada católica.

Estas dos ideas están relacionadas con la creencia que para tener éxito en la venta emocional, es necesario ser un poco "hereje" y "apócrifo". Esto implica ir más allá de lo que es aceptado y convencional en el mundo de las ventas, y atreverse a innovar y explorar nuevas estrategias y enfoques.

En el contexto de la venta emocional, ser un vendedor hereje podría implicar cuestionar los métodos tradicionales de venta y explorar nuevas formas de conectar con los clientes emocionalmente. Ser un vendedor emocional hereje significa buscar nuevas formas de conectarse emocionalmente con los clientes. Por ejemplo, en lugar de seguir un guion de ventas predefinido, un vendedor emocional hereje podría utilizar la improvisación para personalizar su interacción con el cliente. En lugar de depender únicamente de argumentos racionales y estadísticas para persuadir al cliente, este tipo de vendedor podría utilizar elementos emocionales, como la música, el arte y la literatura, para establecer una conexión emocional más profunda. Un ejemplo de esto podría ser un vendedor que utiliza las técnicas del Emotional Selling (recomiendo el libro Emotional selling. Vende y Emociona con el Método B:Water publicado por la Editorial ESIC).

Por otro lado, ser un vendedor apócrifo podría implicar ofrecer productos o servicios que no necesariamente están avalados por la opinión pública corporativa o los estándares de las metodologías de venta tradicionales. En este sentido, un vendedor apócrifo podría ser aquel que se atreve a ofrecer algo que puede tener un valor emocional auténtico para el cliente. Un ejemplo más relacionado con la venta podría ser un vendedor apócrifo que pone todo el peso en el valor emocional auténtico que su oferta tiene para el cliente. Por ejemplo, una pequeña tienda de ropa que vende prendas de segunda mano puede no cumplir con los estándares de calidad de las grandes cadenas de ropa, pero puede ofrecer prendas con historia y significado personal para el cliente, que conectan con ellos emocionalmente.

Hago una llamada a rescatar de los más profundo de cada vendedor su yo más hereje. Su yo apócrifo que le le ponga en la batalla del Emotional Selling para que haga buena la frase de “Emocionadlos a todos”.

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